domingo, 21 de junio de 2009

La verdad sobre el azucar.


El azúcar no era conocida en la antigüedad. Ninguno de los libros antiguos
la menciona.

Los profetas sólo consignan unas cuantas cosas sobre la caña de azúcar, un
raro y caro lujo importado de tierras lejanas. Se atribuye al imperio persa
la investigación y el desarrollo del proceso que solidificó y refinó el
jugo de la caña, conservándolo sin fermentación para posibilitar su
transporte y comercio. Esto ocurrió poco después del año 600 de nuestra era
y comenzó a usarse como medicina. En esa época, un trocito de azúcar era
considerado como una rara y preciada droga. La llamaban sal India o miel
sin abejas y se importaban pequeñas cantidades a un gran costo. Herodoto la
conocía como miel manufacturada y Plinio como miel de caña.

Durante la época de Nerón un escritor le puso el nombre de saccharum.
Dioscorides hace referencia a «una especie de miel sólida llamada
saccharum, que se encuentra en las cañas en la India y en la Arabia; tiene
la consistencia de la sal y es crujiente». El nombre en latín medieval para
un trozo de esa preciosa sustancia fue substituido más tarde en occidente
por el de azúcar. La palabra original en sánscrito continuó siempre
relacionada con sal de India, sobreviviendo su transición a través de las
lenguas del imperio
árabe y de las lenguas latinas. De hecho el sánscrito khanda se convirtió
en la palabra candy (caramelo) en el idioma inglés.

Composición

El azúcar de color blanco que se vende y consume comúnmente, es sacarosa
refinada. Su fórmula química es: C12H22O11.

El azúcar se produce a través de un proceso químico a partir del jugo de
caña o de remolacha, eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el
90% de dichas plantas.

En las refinerías, este azúcar crudo se ha de transformar todavía en azúcar
común o de consumo, para lo cual ha de pasar por varios procesos más de
limpieza con carbonato de calcio, de blanqueo con ácido sulfúrico, de
filtración a través de carbón de huesos y de cocción hasta obtener los
cristales.

Mecanismo de acción y formas de empleo

Como es sabido, las funciones cerebrales dependen de los niveles de
glucosa. La falta de este combustible cerebral puede ocasionar
desde hipoglucemia hasta esquizofrenia debido a que el cerebro se encuentra
'hambriento' de glucosa. El azúcar refinado es una glucosa bastante simple
que por su misma composición no requiere de un largo proceso de digestión,
el hígado prácticamente no tiene que sintetizarla y por lo mismo llega con
asombrosa rapidez al sistema nervioso.

Para que el organismo funcione en condiciones óptimas, la cantidad de
glucosa sanguínea debe estar en equilibrio con la cantidad de oxígeno
sanguíneo.

Refiriéndose a los efectos psíquicos del consumo del azúcar, el Dr. M.O.
Bruker, explica que la elevación en los niveles normales de glucosa
ocasionada por su ingestión, se experimenta como una leve euforia. Las
consecuencias del regreso a los niveles normales, es decir, la baja de
glucosa, se halla en relación directa con la cantidad de azúcar consumida.
Si ésta fue baja, la sensación es de una leve disforia. Entre mayor haya
sido la cantidad, la baja estará más cercana a experimentarse como una
sensación depresiva que William Dufty ha dado en llamar sugar blues
(tristeza del azúcar).

Lo que normalmente suele ocurrir a toda persona que consume azúcar en forma
cotidiana, es que sus niveles de glucosa se mantienen permanentemente por
encima del nivel regular, es decir, rara vez se experimentará una baja
hacia la auténtica normalidad en los niveles de glucosa. La mayoría de la
población mundial literalmente vive bajo los efectos del azúcar sin saberlo
y sin notarlo. Este desequilibrio permanente está siendo asociado con
diversas enfermedades nerviosas, especialmente en los niños.

Usos terapéuticos Ninguno conocido.

Dosificación

Una pequeña cucharada, esto es alrededor de 100 mg, basta para ocasionar
una elevación en los niveles de glucosa en personas sensibles. El
equivalente a una taza de azúcar 250 mg, puede considerarse ya como una
dosis alta. No hay reportes sobre dosis letales.

Efectos psicológicos y fisiológicos

Como ya se indicó en los mecanismos de acción, la ingestión de azúcar suele
experimentarse como una leve euforia. En su Primer Manual de Nutrición
Consciente, Laura Urbina lo explica en los siguientes términos:

Mientras la glucosa es absorbida por la sangre, nos sentimos animados. Un
estímulo veloz. Sin embargo, a este impulso energético le sigue una
depresión, cuando el fondo se desprende del nivel de glucosa sanguínea.
Estamos inquietos, cansados; necesitamos hacer un esfuerzo para movernos o
incluso pensar. Hasta que se eleva de nuevo el nivel de glucosa… Podemos
estar irritables, hechos un manojo de nervios, alterados. La gravedad de la
crisis doble depende de la sobredosis de glucosa. Si continuamos tomando
azúcar, una nueva crisis doble empieza siempre antes de terminarse la
anterior. Las crisis acumulativas al final del día pueden ser
enloquecedoras. Tras varios años con días así, el resultado final son
glándulas adrenales
enfermas, agotadas no por exceso de trabajo, sino por un ajetreo continuo.
La producción de hormonas, en general, es baja. Las cantidades no se
amoldan. La alteración funcional, desequilibrada, se refleja en todo el
circuito endocrino. Muy pronto el cerebro puede encontrarse en dificultades
para distinguir lo real de lo irreal; estamos expuestos a volvernos
precipitados, cuando el estrés se interpone en el proceso, nos desmoronamos
porque no tenemos ya un sistema endócrino sano para enfrentar cualquier
contingencia. Día a día nos encontramos con una falta de eficiencia,
siempre cansados, nada logramos hacer, realmente sufrimos los 'sugar blues'
(o depresiones del azúcar)… Puesto que en algunas personas las células
cerebrales dependen totalmente de la taza de azúcar en la sangre en cada
momento para alimentarse, son quizás las más susceptibles de sufrir daños.
La alarmante y creciente
cantidad de neuróticos en el mundo lo evidencia claramente. No todos llegan
al final. Algunas personas empiezan con glándulas adrenales fuertes; otras
no. Los grados de abuso de azúcar y de melancolía varían, sin embargo, el
cuerpo no miente - si se toma azúcar, se sienten las consecuencias.

Ya son varios los especialistas que atribuyen al azúcar los índices cada
vez más elevados de niños hiperactivos, la inhabilidad para aprender y
diversas alergias. El estudio del historial diario de los pacientes
diagnosticados como esquizofrénicos revelan que su dieta es excesivamente
alta en azúcar y otros elementos que estimulan la producción de adrenalina
como la cafeína y el alcohol.

En cuanto al aspecto físico, se sabe que la ingestión continua de azúcar
provoca la aparición de caries y ennegrece los dientes. En personas con
glándulas adrenales débiles puede afectar el páncreas hasta causar
diabetes. En algunos casos el abuso continuado conduce a la hipoglicemia.

En personas sanas, se relaciona también con el aumento de peso ya que el
azúcar es un carbohidrato y el exceso de los mismos se convierte en grasa.
Se ha encontrado también que al consumir azúcar el cuerpo elimina el calcio
en mayor cantidad, de tal manera que el organismo se ve forzado a
sustraerlo de los huesos y los tejidos que son las únicas partes en donde
lo almacena el cuerpo. El desgaste de calcio en huesos causa que se vuelvan
porosos y frágiles, lo cual finalmente conduce a la osteoporosis.

El consumo constante de este psicoactivo también atrofia el rendimiento de
las glándulas, causando poca secreción de hormonas o alterando la
composición química de las mismas, puesto que se ha podido comprobar que el
azúcar afecta la correlación de minerales en el organismo . Por último,
estudios recientes vinculan al azúcar con problemas en el sistema
inmunológico, tal como lo denuncia la doctora Nancy Appleton en Lick the
sugar habit:

Una de las substancias aparentemente inofensivas y sin embargo una de las
que mayores problemas crea al atacar nuestro sistema inmunológico es el
azúcar. Los macrófagos quedan atorados en el azúcar y se imposibilita su
acción. La misión de los macrófagos consiste en destruir, bloquear y
activar la inmunidad cuando detectan la presencia de una toxina, un virus o
una bacteria… Cada vez que ingerimos azúcar, aunque sea tan poco como dos
cucharadas, las proporciones de minerales entran en desbalance. Este
desbalance a su vez, en personas ya enfermas, puede durar horas y a veces
ya no se recuperan. Cuando los minerales del cuerpo están en desbalance día
tras día, año tras año, posiblemente por generaciones, la habilidad del
cuerpo para volver a su homeostasis está agotada. El cuerpo ya no puede
volver a su armonía o balance… Resulta pues increíble que las autoridades
del Departamento de Salud Pública de diferentes Naciones sigan manteniendo
al público en la total ignorancia. Lo más que se ha conseguido es obligar a
indicar en la etiqueta de los productos industriales si contienen azúcar,
cosa que aparece prácticamente en el 90% de los mismos ya que ¡incluso los
productos salados son conservados en azúcar!

Potencial de dependencia

Considerablemente alto. La dependencia es de tipo psicológico y físico. Su
síndrome de abstinencia se experimenta hasta después de varias semanas de
haber descontinuado totalmente el uso de azúcar y alimentos que lo
contengan. Sus síntomas incluyen depresión, fatiga, nerviosismo, ansiedad
por comer alimentos dulces, falta de concentración, alergias e
hipertensión. En grado extremo la dependencia al azúcar se presenta como
hipoglucemia, en cuyo caso una privación de alimentos dulces puede conducir
a ataques fatales.

¿Qué hacer en caso de emergencia?

En una crisis de hipoglucemia, se presenta una súbita baja de glucosa
sanguínea que ocasiona sudor, temblor, ansiedad, taquicardia, dolor de
cabeza, sensación de hambre, debilidad, convulsiones y en casos extremos,
convulsiones y muerte. El individuo que presente una crisis de este tipo
debe ingerir de manera inmediata glucosa o alimentos que contengan azúcar
suficiente para restablecer los niveles.

Hechos Interesantes

Régimen legal actual

El azúcar es un psicoactivo legal de uso irrestricto que se produce y se
vende por toneladas, ya sea en forma pura o incorporada a una enorme
cantidad de productos alimenticios y farmacéuticos.

La evolución del consumo de azúcar

A lo largo de los dos últimos siglos, ningún comestible ha experimentado un
crecimiento cuantitativo tan acelerado como el azúcar. En 1800, la
producción anual mundial se situaba en menos de 250,000 toneladas, cifra
que se elevó hasta alcanzar 10 millones de toneladas en 1900. A fin de
siglo la producción se calcula en 92 millones. El consumo por persona y año
ha ido aumentando principalmente en los países industrializados de América
y Europa.

El azúcar y la esclavitud

En opinión de William Dufty , ningún otro producto ha influenciado tan
profundamente la historia del mundo occidental como el azúcar. En su libro
Sugar Blues narra la aparición del azúcar refinado en los mercados
internacionales y sus consecuencias. A ello atribuye diferentes sucesos
históricos de grandes repercusiones económicas, comenzando por una
resurrección de las Cruzadas. Dufty presenta un extracto de una carta
enviada en 1306 al Papa Clemente V, en donde se le insta a seguir una
estrategia para vencer a los árabes con ayuda del dulce: 'En el país del
sultán el azúcar crece en grandes cantidades y de éste los sultanes
obtienen grandes ingresos e impuestos. Si los cristianos pudiesen hacerse
con esas tierras, se haría
mucho daño al sultán y al mismo tiempo el Cristianismo estaría totalmente
abastecido desde Chipre'. Ante aviesas informaciones de ese tipo, el
cristianismo muerde el fruto prohibido y comienzan los siete siglos de su
reinado en la tierra. El historiador británico Noel Deer, por ejemplo,
asegura que al contar la historia de la esclavitud, no es exagerado
calcular que se comerciaron 20 millones de africanos y dos terceras partes
de ellos se pagaron con azúcar.

En 1444 los portugueses llevan 235 esclavos negros de Lagos a Sevilla,
donde se venden como esclavos. Diez años más tarde el Papa bendice el
tráfico de esclavos y a partir de entonces, éstos se utilizan para hacer
crecer las plantaciones de caña de azúcar en Madeira y las Islas Canarias.
Los holandeses aparecen en esta historia alrededor del año 1500, fecha en
que construyen la primera refinería de azúcar en Amberes. La caña de azúcar
en bruto se embarca desde Lisboa, las Islas Canarias, Brasil, España y la
Costa de Marfil para ser procesada en Amberes. El azúcar se exporta al
Báltico, Alemania e Inglaterra.

Para 1560, Carlos V estrena los esplendorosos palacios de Madrid y Toledo
construidos con los impuestos del comercio del azúcar. Por esas fechas, la
corona británica comienza a hacerse del monopolio instalando capataces en
las islas que ha conquistado en el Caribe y encargándose del tráfico de
esclavos hacia ellas para cultivar caña de azúcar. Tal es el caso de la
actual Jamaica.

Con el jugo fermentado de la caña de azúcar en crudo, los esclavos inventan
el ron, que los británicos no vacilan en comercializar para obtener más
esclavos. También lo introducen a sus colonias norteamericanas, donde
suelen darlo a los indios a cambio de preciadas pieles que luego venden en
Europa. Hacia el año 1660 el comercio de azúcar y ron se ha vuelto tan
provechosos que los ingleses están dispuestos a emprender la guerra para
mantener su control. Las actas de navegación tienen como meta prevenir el
transporte de azúcar, tabaco o cualquier otro producto de las colonias de
Norte América a cualquier otro puerto fuera de Inglaterra, Irlanda o
posesiones británicas.

El fin de la esclavitud y el comienzo de la industrialización del azúcar

A mediados del siglo XVIII, cuando Francia se ha situado ya en las primeras
filas del comercio de azúcar y ésta representa su principal fuente de
exportaciones, el filósofo Claude Adrien Helvetius escribe: 'No llega un
tonel de azúcar a Francia sin manchas de sangre. Ante la miseria de estos
esclavos, toda persona con sentimientos debería renunciar a estas
mercancías y rehusar al placer que proporciona algo que sólo se puede
comprar con las lágrimas y muertes de criaturas desgraciadas.' En 1812,
Benjamin Delessert encuentra la forma de procesar la remolacha para
convertirla en azúcar y recibe la Legión de Honor de manos de Napoleón,
quien ordena la plantación
de remolachas azucareras por todas partes de Francia, en donde no se daba
el cultivo de caña, pero sí el de remolacha. Tan sólo un año después
Napoleón alcanza la proeza de producir 4 millones de kilos de azúcar de
remolacha francesa. De esta manera, los franceses son los primeros en poder
prescindir de los esclavos para obtener el preciado azúcar y elegantemente
promueven la abolición de la esclavitud. La British East Indian Company –ya
plenamente metida en el comercio del opio- explota el tema de la esclavitud
como campaña de propaganda pintando en sus toneles. 'Azúcar de las Indias
Orientales no cultivado por esclavos'. En 1833 se proclama la emancipación
de las colonias británicas y esto significa que la esclavitud se vuelve
ilegal salvo en 'la tierra de la libertad', los emergentes Estados Unidos
de América.

Los azucareros británicos de Barbados y Jamaica caen en la ruina y una
tríada de invenciones a principios del siglo XIX preparan la escena para la
gran entrada de Estados Unidos en el negocio del azúcar: James Watt
perfecciona su máquina de vapor, Figuier completa un método para hacer
carbón con hueso animal y Howard fabrica la olla de presión. Con estos
elementos cobra vida el azúcar blanca refinada comercial que se utiliza hoy
en día. Al decretarse finalmente la abolición de la esclavitud en sus
tierras, los Estados Unidos comienzan a practicar su propio colonialismo
económico al por mayor en Cuba. La mejor tierra cubana se usa para proveer
materia prima a Norteamérica para sus complicadas refinerías.

Según cuenta Dufty, los estadounidenses sobrepasaron a los británicos y
virtualmente a todas las demás naciones en la fiesta del azúcar. Han
consumido una quinta parte de la producción mundial de azúcar desde su
Guerra Civil. Se sabe también que en 1920, en la época del experimento de
prohibir el alcohol en Estados Unidos, la cantidad de azúcar que se
consumía se había duplicado. Esto destaca su evidente carácter de droga y
de sustituto de otras drogas en ciertos sectores de la población.

Es por ello que a través de guerra y paz, depresión y prosperidad, sequías
e inundaciones, el consumo de azúcar ha crecido firmemente en todo el globo
terrestre. «No es posible que jamás haya habido un desafío más drástico
para el cuerpo humano en toda la historia del hombre, y sin embargo, sigue
siendo muy poco lo que se habla de la nocividad del azúcar. Y no es porque
mucha gente no lo sepa, sino porque es enorme el interés comercial por el
azúcar.»

La aparición de nuevas enfermedades gracias al azúcar

El doctor Robert Boesler escribe en 1912: 'La moderna manufactura del
azúcar nos ha traído enfermedades totalmente nuevas: escorbuto, diabetes,
hipoglicemia, hiperactividad y esquizofrenia. El azúcar que se vende no es
nada más que un ácido cristalizado concentrado. Como antiguamente el azúcar
era tan caro que sólo los ricos podían permitirse su uso, consistía, desde
el punto de vista de la economía nacional, algo inconsecuente. Pero hoy,
cuando debido a su bajo costo, el azúcar ha causado una degeneración
humana, es el momento de insistir en un esclarecimiento general.'

En 1929 el doctor Frederick Banting, descubridor de la insulina, asegura
que su descubrimiento es un simple paliativo, no una cura, y que la única
forma de prevenir la diabetes es cortando el uso del azúcar: 'En los
Estados Unidos, la incidencia de diabetes ha aumentado proporcionalmente
con el consumo per cápita de azúcar. Con el calentamiento y
recristalización del azúcar natural de caña, algo queda alterado
convirtiendo a los productos refinados en alimentos peligrosos.'

Dufty afirma que la diferencia entre las enfermedades 'costosas' como el
cáncer y las 'baratas' como las provocadas por la adicción al azúcar es
crucial para la salud financiera del estamento médico. 'El actual
tratamiento ortodoxo para el cáncer es criminalmente caro. La ruina
financiera del paciente y de su familia representan el yate del médico. El
tratamiento para el sugar blues (hipoglicemia o diabetes) es una propuesta
de corte individual. Despréndase usted del azúcar refinada en todas sus
formas y adiós cuentas al médico y hospital. Es difícil que en ese caso el
médico pueda regalarle un tapado de visón a la mujer o asistir a un
seminario bajo el sol de las Bermudas.'

El comportamiento de los niños hiperactivos frente al azúcar y la
manipulación médica

A esta droga se le ha vinculado con el comportamiento negativo de los niños
desde la década de 1920. La idea de la relación causa-efecto comenzó a
ganar aceptación en los setenta, cuando varios estudios y reportajes
sugirieron que el azúcar incrementaba la hiperactividad en los niños ya de
por sí hiperactivos.

De acuerdo con los diferentes estudios analizados por la doctora Nancy
Appleton, la investigación clínica de niños hiperactivos y psicóticos, y de
otros con lesiones cerebrales e inhabilidad para aprender, tiene por cuadro
sintomatológico: 'una familia cuyo historial de diabetes es anormalmente
elevado; una inusual incidencia de elevación de glucosa sanguínea o
hipoglicemia funcional en los mismos niños, indicando que sus sistemas no
pueden procesar el azúcar y una dependencia por un alto nivel de azúcar en
las dietas de los propios niños que no pueden asimilar.'

No obstante, éste y otros reportes similares han sido descartados por
publicaciones médicas como The New England Journal of Medicine, para quien
'la conexión no ha sido probada'. Preocupados porque 'en la actualidad, sin
embargo, muchos padres tratan a la conexión azúcar-comportamiento como un
hecho', un equipo de médicos institucionales se dio a la tarea de volver a
revisar los estudios existentes para efectuar un análisis global. La
publicación médica expuso que 'el nuevo meta análisis intentó ir más allá
de los resultados de pequeños estudios ubicándolos en un grupo mayor para
que los efectos menos obvios fueran expuestos a la luz.' Se supone que los
variados estudios evaluaron el efecto del azúcar en numerosos
factores, incluyendo estado de ánimo, desempeño académico, habilidades de
aprendizaje, agresión y comportamiento general. Lo que en realidad ocurrió
con este examen es una clara muestra de la manipulación que puede sufrir un
estudio científico para obtener los resultados que de antemano se pretenden
alcanzar cuando hay intereses económicos de por medio.

Resulta que los investigadores basaron sus estudios comparativos únicamente
en dos grupos de niños, a uno se le dio azúcar y al otro, en lugar de
privarlo de dicha droga y de los alimentos que la contienen, se le
suministró endulzantes artificiales; así pues, los exámenes se efectuaron
entre niños que consumieron azúcar y niños que consumieron endulzantes
artificiales; es decir entre dos grupos de niños con niveles alterados de
glucosa debido a una u otra droga y no como debió haber sido: entre uno o
dos grupos de niños usando azúcar y/o endulzantes artificiales y otro grupo
de niños privados del consumo de ambas clases de drogas.

Debido a estas desviaciones en la investigación, el meta análisis médico
concluyó triunfalmente que 'Aparte de dos observaciones extremas que
resultaron ser insignificantes para el análisis final, no se encontraron
diferencias entre los niños que consumieron dosis de azúcar y aquellos que
tomaron endulzantes artificiales.' O sea que lo único que verdaderamente
prueba el reporte es que no hay diferencias substanciales entre usar azúcar
y usar endulzantes artificiales. No obstante, bajo el manipulador y
deshonesto título de 'El azúcar no afecta el comportamiento de los niños',
los resultados del reporte fueron publicados y ampliamente difundidos a
nivel mundial durante el año de 1996. La recomendación final del reporte es
que 'el azúcar no tiene efectos negativos en el comportamiento y el
aprendizaje de la mayoría de los niños y no existe justificación para
retirarles los alimentos dulces solamente por esa razón.'


NOTA ADICIONAL:

Aconsejamos que en ves de la azúcar se consuma la miel de caña o melado y si no hubiera aun es mejor la panela. Claro que la miel de abeja supera a todo lo dulce que existe en la tierra. Es la dulzura misma del amor y ayudaría a sembrar la paz en los hogares.


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